La idea de la empresa nace de la voluntad de transmitir una pasión por los vinos. El germen de esta pasión se siembra en una casa limeña, entre libros de Jules Verne y música de Gainsbourg. Se va alimentando con vivencias en Paris y en el seno de una familia francesa. Va creciendo con la adopción de toda una cultura e historia que no es la suya pero que le fascina. Esa pasión se consolida con los cuidados de un pie de viña que crece en su huerto y que generosamente le regala su cabernet sauvignon cada año en una región que fue una de las más importantes regiones vinícolas de Francia a finales del siglo XVIII. Esa pasión que ahora se disfruta en el seno de una familia franco peruana, necesita regresar a la tierra donde se originó y así transmitir lo vivido.






